Welcome to mi mundo

La noche comenzaba en ámbar y en reflejo de luz en el suelo mojado y no, no me iba mojando como antaño por las calles de mi ciudad, si no que iba motorizado no queriendo hacer esperar, La noche de las frases y los ritmos, de la cerveza y la sonrisa, y de por supuesto la ‘’arturada’’ de la semana. Llegar tarde no es de esclavo del tiempo, si no que es síntoma de desastre planificador, y si bien el sábado anterior me quejaba de impuntualidad, este miércoles no di ejemplo. Dejando atrás los minutos y los segundos y casi las horas, la cita. Añadamos un nuevo personaje a esta novela, neo simpática que es el libro de mi vida, Zaida, la sonrisa, no se si eterna pero si permanente y una nueva protagonista para las tardes y noches de mi blog. Allí estaba victima de mi espera y apuntada por el segundero, pero me guardo una sonrisa en forma de bala, que me hizo olvidar al menos, una hora que había llegado solemnemente tarde.
‘’Arturada’’ al canto y mas si le sumas que nunca suelo pedir perdón, esa noche me repetí en este concepto.
¿El concierto?
Bien, gracias.
¿La lluvia?
También, bien, gracias.
Días lluviosos, son preludios de otros días lluviosos. Un, yo se ir, es preludio de perderse bajo la lluvia, el sol y el cielo. No he de volver a creer nada al volante y menos cuando voy acompañado, el callejero ebrio de aquellas mismas noches, ya no funciona en cada parada de metro O de autobús. Al menos, se que esta la sonrisa.
Mas tarde, recordaba road trips apoyado en el cristal del coche, esquivando microsueños con una esencia musical proveniente de mi equipo de música y de la voz de cualquiera que se mereciera estar ahí, conmigo, o solo.
Buenas noches, Madrid.
Welcome to mi mundo.