martes, 17 de febrero de 2009

tic tac tic tac

La edad es un estado, una incapacidad casi siempre, y un peso poco remediable para nuestras ojeras, manos y demás partes sensibles.
Se pueden tener 18 en el alma, 100 en los pies y ninguno en la cabeza, conozco a muchas clases de personas, nunca demasiadas.
He visto muchos ojos, muchos gestos al hacernos viejos y los peores siempre los vi frente al dichoso espejo. La conciencia de los 10 a los 15, La pubertad, puta pubertad. De los 16 a los 20, con esa pava tan melancólica y de los 21 a la jodida crisis de los 30.
Estoy en el preciso golpe de los 28 y me marea el futuro, pero no le tengo miedo a esa coz desbocada que el futuro nos guarda.
Unos kilos de más, algunas arrugas, algún vicio, todos los recuerdos de la vida y el indomable caminar de los días, en nuestro sentimiento austero de la resignación.
Hablo demasiado de mí, pero me aburre hablar de vosotros demasiado, cargo polvo en vez de piedras en esta mochila vieja y sedienta.
El doble latir de un corazón ilusionado, el parpadear exacto de tu mirada hacia mi, me rejuvenece de manera estelar y me devuelve el gusano del primer amor nada mas pasar los 15.
La botella medio llena, no me dio vacía.
La edad de la inocencia, los años de oro y lo que jamás tuvo que marcharse ha vuelto para quedarse.
El tiempo en mis huesos y tus besos exactos.

AAAA

No hay comentarios:

Archivo del blog