sábado, 4 de julio de 2009

Madrid

Madrid y sus fiestas varias, sus gentes raras y su ruido en el aire, las frases del mundo, las voces del pueblo, el sexo de la calle y la armonía del kaos, que no es mas que un orden por descifrar. El ultimo sorbo de la sangría entre frases pintadas bocabajo y el despertar en la habitación de color a juego con mi camisa. La moneda que no toco la mano, el grito de los coches no se enmudece ni durmiendo, no me gusta ser protagonista, pero si escribo me vuelvo, y si no lo escribo no lo vivo a mi manera.
Que original, estar ahí. Entre todo y nada, entre la ciudad, sabiendo que la homosexualidad celebra su fiesta y yo brindo pleitesía a lo hetero y a lo etéreo. La poesía del vagabundo y la mirada del hambre, la sonrisa de la chica del metro, los ojos de la mujer que no se su nombre y lo quisiera. La saludare todos los días que la vea, hasta que quiera saludarme, a lo mejor no la veo nunca jamás y eso seria normal.
No me siento normal, ando sobre la Gran vía y la noto latir, pero al mirar mis pasos, mis pies la rozan porque de los edificios grandes brazos metálicos, me eligen. Me llevan y me portan hasta donde quiera, el futuro de la ciudad esta aquí. Madrid no es mejor que ninguna ciudad, no lo quiere ser, porque Madrid es simplemente Madrid.
La música de la ciudad en mis orejas, y el olor a cocido o a guiri repeinado, me envuelve mientras que no me quiero ir de aquí nunca. Aunque lo haga.
Viernes por la noche, no puedo quejarme.
Vivo.

1 comentario:

Oana dijo...

ves... lo exteriorizas de una manera;)) que atrae la atención!

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