domingo, 23 de agosto de 2009

AMANECERES


Hace una semana a esta misma hora estaba viendo amanecer en una playa de Cancún, la magia de estar solos ante eso, ante el abrumador sol naranja mejicano que nace amarillento y muere rosa en las pirámides de Tulum, frente la barrera de coral. Un abrazo y más magia que en una escuela de D. Copperfield, se me llenaron los bolsillos de arena y aquí la tengo, en mi cama en mi música y en la boca. Ese hotel se quedo pequeño para todo lo que había que reír, y soñar…
Hay un plan y ese amanecer se repetirá en Mérida, en Madrid y quien sabe si en DF o en donde nuestro Chevy nos lleve, conduciré en el país de la muerte extraña, de la colosal águila y la serpiente, y por supuesto el país de tu sonrisa y tus noches de arena y playa.
La biblia tirada al agua y la boca llena de veneno, el sol que hace sudar al mundo y yo aquí, oliendo a cerveza, echando un poco de menos que alguien me cuide como tú me cuidaste. Vendrá el frío o como dice Dumile, Noviembre siempre vuelve y después Diciembre y las 10 horas terroríficas de vuelo. Órale, yo no soy gringo, y por supuesto tampoco creo que Méjico sea un país para viejos.
Pero… ¿porque no? Si lo puede ser para sueños

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