La taza

Érase una vez un cuento,
que contó un poeta y miento
si digo que al final perdiz,
feliz, todos contentos. No.
El camino largo y duro,
el día al sol oscuro,
y en el borde del camino al compañero lo detuvo.
El genio y su bondad,
sus regalos por un algo,
- Esta taza te regalo, hombre disfruta mientras tanto.
Llora lo que puedas y por lagrima, un diamante.
Adiós, buenas tardes…
El genio marcha, y el pensante.
- Seré millonario, si lloro,
Y lloros se produjo
La magia respeto el influjo,
montañas le produjo.
- No quiero montañas grandes solas de diamantes.
Avaricioso, malo y ruin, ya no era como antes.
Un día al despertar de rojo sangre,
a su mejor amigo muerto, delante, por lagrima y diamantes.
Vio que su desgracia era suprema,
riqueza por pena,
ya no lloraba su desgracia y su condena.
Vio pasar el tiempo,
vio pasar a un niño,
que paro y pensó en el hombre,
desgraciado y su dominio.
Dijo por su boca una verdad como un templo.
- No te hubiera bastado cortar cebolla por ejemplo.