Porque masticar chicle, beber batidos y hablar solos, son solo cosas de niños o eso dicen porque a mi no me molesta cantar por la calle, mojarme cuando llueve ni abrazar a las amigas/os.
No se si calzo un 43 o un 43/5, ni mi talla de pantalón y posiblemente aprendí hacerme la lazada de las zapatillas después de masturbarme por primera vez, soy de otro mundo, como de otro lugar donde hablar con la mirada, tocar y despedirme con un ‘’que sepáis que os llevo en el alma a todos y a todas’’ y saludar es media vida. Miro el cielo desde lugares altos e incluso hago caso omiso a las malas palabras, prosigo mi camino y me encuentro con mi amigo invisible, también tengo… ¿Qué os creías?
No es agradable sentirse solo, lo se, porque he jugado solo al amor, solo al futbol, solo a casi todo y mira voy dando patadas a un papel y si me hablan de guerra sonrío y si me hablan del coco me asusto. Porque soy…
Un sagitario, aunque jamás creí en eso de los astros y esas cosas. Guardo en la memoria cosas que pasaron ayer y las elevo a la enésima potencia, como un buen niño. Quiero a quien me quiere y la desmesura esta a la orden del día en alguien que se guía por el sol, el verano y demás estaciones. Hoy en una calada, he notado la arena de la playa, me he tumbado en la litera que tenia en mi antigua casa, he acariciado a Zoila y he corrido después de volver a robar, me encanta que alguien se siente a mi lado en el tren y me diga, tu tendrás lo que quieras siempre y me levante y me siga mirando hasta que me pierda en las escaleras mecánicas. Arroz con tomate, cubo y pala, piedras y cabañas de cartón, que placer ser así aun. Hoy he llorado, mucho y aun así menos que la última vez. Tengo una caja de galletas que nunca he enseñado a nadie, la tengo llena de frases, fotos, recuerdos del país de nunca jamás y también regalos de felices no cumpleaños, hace una semana vi a una antigua novia y me recordó a cuando se te muere un perro, era como ver al perro ahí andando otra vez, como ver tus chapas pisadas por un coche. Valla sensación que difícil de describir, dame lápices y con la lengua fuera pintare horas y horas, en la hoja y fuera de ella, los armarios, la tele, el mantel, todo de colores.
Meo sentado a veces, solo a veces y a veces también bebo a morro, mi madre se acerca a mi con 28 años y me dice; No te ralles Artu, y yo sonrío me pongo un buen disco y aquí me veo, escribiendo locuras mientras con los pies me rozo los pies y pienso en mañana. ¡No pienses en mañana! eso me dicen algunos, que si supieran lo que he vivido el momento y el hoy, se callarían para toda la vida. Soy un crío, de primaria quizás, o no. Tengo una carrera y empiezo a leer ahora, comienzo ahora a hacerme mayor y como dice o decía mi amiga Bárbara; No eres inmaduro, eres eternamente joven.
Hay mucho machote y mucha mujer por ahí, creyendo que han luchado y no es digno compararse pero a muchos se lo dieron regalado y aquí andamos los que la lucha nos llega casi a la treintena. Con la pasividad de un astronauta y los sueños de un futbolista, me marcharía a donde jugaba de pequeño y me sentaría a mancharme la ropa. Mis profesores de colegio me ven en la televisión y se sonríen por dentro, estoy seguro, eso lo han creado ellos en parte.
Se me han roto las gafas de ver cosas que no quería ver, e incluso hoy cuando me apoyo en un hombro noto que me queda alto, pienso que soy pequeño, pero e ahí la cuestión. ¿No será alto ese hombro porque esta subido a una silla?
Y…¿No seré yo un niño bajito porque es lo mejor para estos tiempos?
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