La chica cohete esta ahí cuando la necesito y también sabe que yo estoy cuando necesita escapar de entre tanto arte y tanta moda estudiada. No pido mucho, con dos abrazos y una tarde cambiando erres por ges, me sacas una sonrisa, tampoco soy tan difícil. Medio felino nocturno y convertida a la religión del codo, la de estudiar por gusto o para sobrevivir, ella es como es y puede que la leyenda del oso sirva para algo. Para una amistad intercalada por mi desamor, por mi jeta o por mi dejadez. Puedo bailar o acurrucarme al frío de sus trapos, que ella convierte en primera marca o incluso en tendencia o a mi me lo parece porque de moda se poco, o también sabe ser consejera e inventora lingüística. Pecado de todos.
No lo leerá nunca y eso hará mas mágico este pequeño pedazo de la chica cohete también conocida como la chica de los mil pies (medida), seguirá bailando y probando que Madrid engulle y soporta a todo el mundo y que ese pequeño rincón de chueca donde se pelea con la ropa para conquistar un hueco en la cama, también fue mi escondite un día.
Un abrazo y bájate a ver el arco iris doble que esta justamente encima de tu casa, algún día seremos como perros atentos y despreocupados. Lo prometo.
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