La mirada cómplice de otro socio, el cielo gris del principio, las segundas partes nunca fueron, ni son, ni serán buenas. Allí estábamos bajo la última lluvia de Mayo, esperando volver a vernos, cantaremos por Europa sin muchos saber cantar, y volaremos alto se quede quien se quede. Quien decida irse, tendrá la puerta abierta y quien quiera quedarse será elegido, la elección ya se ha realizado en este año de remontadas y fracasos sonrientes… ¿Por qué? Pues porque somos así, los que nos abrazamos sin conocernos, los que cantamos para que se escuche aunque los nuestros estén lejos. Es una forma de vida, que me hace ser así para con todo. Si mi chica esta lejos, yo canto y escribo para que me oiga, si lo mejor es quedarme hasta el ultimo minuto me quedare y si nos echan, nos iremos todos. La parroquia de Pirámides es diferente, llena andenes de metro de cánticos, llena gradas de alegría y para quien no lo sepa, somos la mejor afición de Europa. Estoy orgulloso de ser de ellos y allí estaré si el amor, la música y la vida me lo permite. Nos espera demostrarlo y un año mas de lagrimas y sonrisas.
Pasión que a lo mejor no comprendéis, pero ni falta que os hace, porque respetamos y entendemos que vuestro corazón lata mas despacio cada domingo.
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