miércoles, 4 de junio de 2008

Gracias

Gracias por beber de mi copa, por la cantidad de besos que jamás fueron calculados, por venir y volver. Gracias por tus caricias semidespierta y por cambiar un poquito a este naufrago olvidado, en los brazos de la soltería.
Gracias por quererme y recluirme en tus brazos, donde siempre me resguardare de la lluvia que siempre volverá. Gracias por tus caladas de aliento, cuando me sentí cabizbajo y abatido por las balas del infortunio.
Gracias, ya que al aterrizar en tu aeropuerto, las alas de la felicidad desaparecieron del mueble donde guardo las cosas olvidadas e inútiles. Gracias por tu cariño.
Por tus manos sobre mi espalda, y por tu cabeza sobre mi pecho.
Gracias por ser, estar o parecer.
Gracias.


A Maria por todo lo que me ha dado.

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