viernes, 26 de febrero de 2010

Esa guerra

Nos conocemos de hace tiempo y no hablo del tiempo de los humanos, ni de segundos, ni de minutos, ni de mundanas horas.
Cuando se cierra la puerta o se cae el telon de tu ventana, me vuelvo un loco, me convierto en ti y quiero ser lo que tu eres. Se
escriben novelas sobre el momento, discursos para frenar guerras y nuestros alientos solo saben imaginar la pangea de nuestros,
a veces separados cuerpos. Te grito callado.
Tras los balazos de tu mirada atomica y tras algun que otro golpe en forma de abrazo en mi pecho, no puedo parar de caer
una y otra vez, sobre el cuero blanco de tu sofa donde se libra esta contienda tan poco belica y a la vez tan poco ruinosa. Una
sonrisa complice no es bandera blanca de paz, si no rojo pasion de salida en la carrera hasta el sudor mas deseado.
Tu ropa no me sobra si quiero mandarte algun mensaje cifrado en forma de beso, en cuanto quieras te vere desnuda, te tocare
como un mapa desde donde trazare mi viaje a ninguna parte fuera de ti, soy un viajero.
Me guia al tesoro una y otra cicatriz, que no son caos ni maldicion, si no llave y camino de donde debo ir y donde quiero llegar. Un
suspiro de fuego, que sin ti y sin mi, helaria el mundo al reves donde ponemos nuestros pies de vez en cuando. Se acerca el paro cardiaco.
Se acerca la parada pulmonar, nada es comparable a cuando te tengo y tus ojos solo miran mas alla de los mios.
Ese mar de blanco iris se convierte en navegable cauce para las galeras de tus deseos. Se ha encendido nuestra piel y nuestros poros,
son bunquers y trinchera de cada gota de nuestro primer octubre. Me hablas y te escucho mas alla.
Se pierden a lo lejos, los primeros gritos de guerra y se pasa a esa esperada paz, que solo ha llegado en pro de nuestras manos y de
cada uno de nuestros esfuerzos por llegar hasta ella. Me tumbo a tu lado, encima tuya, solo hay huellas del enfrentamiento y huele a polvora
mojada. Caen las bayonetas del cielo y algun que otro escalofrio nos visita. Suena el himno, se abre la puerta por donde salio tu llamada y...
sonries una vez mas...y mi guerra sirvio para algo.

No hay comentarios: