martes, 23 de febrero de 2010

Asi es

Os contare un cuento.
Al principio todo parece una broma, pero poco a poco deja de serlo.
Se te frunce el ceño, se te pone la carne de gallina y mas tarde
te duele, como nunca una cosa me ha dolido.
Prefiero que me atropelle un camion varias veces, que volver a sentirlo,
me gustaria caerme de un cuarto, que no de un primero donde vivo,
antes de volver a sufrirlo. ¿Lo peor? La angustia que provoca saber que,
te tomas las dichosas ''Buscapinas'' y adios al dolor, a volver a empezar
a sospechar que te volvera a dar sentado, corriendo, tumbado o
incluso en la ducha.
Es un calambre tan grande que no lo deseo para nadie, enemigo o desconocido.
Una sensacion que debe de ser tan cercana, a haber recibido un disparo
de bala perdida en el costado izquierdo o incluso a una puñalada callejera asestada.
Asi comienza mi martes, escribiendo sufrimiento y angustia.
Otra razon mas para los que dicen que escribo penas, y un sobresalto
para los que no conozcan esta nueva faceta, de reportero del dolor y de
sabedor la medicina moderna a pie de calle.

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