Canciones para no dormir

¿Cuántas veces he hablado de ellas?
…Y las que te quedan, dirá mi conciencia.
No tengo mucho que esconder, soy sencillo como ese mechero, o
previsible como el tiempo si se mira al cielo de vez en cuando.
Me despiertan y me tienen en vilo días, semanas… despreciables y abominables
por momentos, esas hijas de lo que no ocurrirá y de la fantasía, me duelen.
Matan mis segundos de descanso y aparte, aparte no las recuerdo. Estarán
en la mesilla de noche de cualquier despechada o incomprendida amante, o
Estará quizás en la boca de cada una de las personas a las que un día, hice daño.
Vete a saber, o no te vallas, quédate y seguimos hablando. Hablamos de que
animales y personas en mis pesadillas comparten cuerpo, y que por supuesto a veces
también estas tu y tu, y tu, y aunque no lo creas tu también. Todos.
Los miedos se expresan y tengo miedo a morir sufriendo y tengo miedo a perderte. A
no ver jamás a mis amigos y a que mi madre la falte de algo. Pero a esta entrelazada sucesión de noches llenas de pesadillas no se lo tengo, por mucho que llore o por mucho que un día me despierte cayendo, no las tengo miedo.
Escribiendo a lo mejor las llamo, o a lo mejor no, y son tan jodidamente maleducadas que vienen solas y se van cuando quieren. Como un perro flaco en una carretera de Quintana Roo. Me siento como un grupo grande en una sala pequeña, como si no me quedara el suficiente tiempo para vivir, que también vivo en sueños, mientras duermo. Aunque si dormir es descansar, no descanso. Aunque si durmiendo se sueña, hace tiempo que no sueño. Y si se puede soñar despierto, solo sueño contigo.