martes, 18 de mayo de 2010


No sabia que hacer, si sentarme en el suelo o simplemente apoyarme en la valla azul del puente. Debajo, coches pasando veloces a dormir y otros quien sabe lo que esconden. Una lluvia de polen blanco bajo los arboles, la hora da igual pero se acercan las dos de la mañana de este maravilloso martes. Veo la ciudad desde aqui, desde lo alto y soy un poquito mas feliz que ayer. Me sonrio cuando pienso en lo que suena, ya que pega con este momento, y no en ese minuto, si no con estos meses y dias, Neon Valley Street suena en mi bolsillo. Como si lo hubiera escrito el mismo JJ Abrahams, sincronizado sentido de la musica. Se ve Madrid, el hotel de colores y se ven las torres, las malditas torres y no estas tu, pero te dibujo y te imagino cruzando el puente sobre la carretera. No tengo ni una pizca de miedo y eso me da un respiro de valentia mas, y asi hasta el final. No abandono la carretera con la mirada y veo las luces de la ciudad en el valle, las luces de neon y los anuncios. No creo que nadie sepa que estoy aqui, en el puente viendo pasar los coches mientras espero volver a casa. Si me ven, pensaran en un loco y no andaran mal encaminados, lo que no saben es que hoy escribo sobre ellos y que me ayudaron a saber que quizas, quizas no estes tan lejos.

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